Por Natalio Hernández
In memoriam
Ignacio Manuel Altamirano,
escritor náhuatl del siglo XIX.
Nihtlapalohua ica paquilistli toicni zapoteco Leopoldo de Gyves pampa quiselia calpixquetl tlanahuatili tlen quichihuati Venezuela tlaltlanahuatiloyan.
Saludo con alegría al hermano zapoteco Leopoldo de Gyves, por su reciente nombramiento de Embajador, cargo que desempeñará en la República de Venezuela.
Ticmacahua ica miac yolchicahualistli huan tinequilia ma cuali ohtli mopiali ipan yancuic itequichihualis.
Lo despedimos con la fuerza de nuestros corazones y le deseamos un exitoso camino en su nueva responsabilidad.
Al referirme a la diplomacia indígena, viene a mi memoria la figura de Ignacio Manuel Altamirano, náhuatl de Tixtla, Guerrero, quien se distinguió en el siglo XIX, por impulsar la defensa de las lenguas indígenas desde la tribuna parlamentaria.
En 1889, Altamirano fue Cónsul General de México en Barcelona, y en 1890, en Francia. Posteriormente, fue Ministro Plenipotenciario en San Remo, Italia, donde falleció en febrero de 1893. Con la trayectoria diplomática de Altamirano, México abrió una ventana para la diplomacia indígena, a través de las embajadas, ventana que estuvo cerrada hasta nuestros días.
Por otra parte, la diplomacia indígena contempóranea se inició en los años setenta, para demandar el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas como integrantes de los estados nacionales modernos; cuyos logros se reflejan, hoy en día, en el Convenio 169 de la OIT, en la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y en la Declaración Americana.
Además de la participación en los foros internacionales y en los espacios establecidos por la ONU, la diplomacia indígena debe formar parte de las embajadas y consulados, de otro modo, estaríamos ante una exclusión que contradice el proyecto de nación pluricultural y multilingüe al que aspira nuestro país en el presente siglo.
Nitlamis notlahtoltzin huan niquitos, Polo de Gyves, melahuac miac xihuitl quinmanahuitoc tocnihuan zapotecos.
Termino estas palabras, reconociendo que Polo de Gyves ha sido un luchador social, por muchos años, en defensa de nuestros hermanos zapotecos.
Ipampa inon tehuan ticmati melahuac quinyolchicahuas ica itlahtoltzin, tocnihuan tlen mochantlalia ipan Venezuela tlaltlipactli.
Por eso estamos seguros que Polo de Gyves realizará una importante labor diplomática en nombre de México, que coadyuvará en el desarrollo del Estado plurilingüe y multicultural de Venezuela.