Tlacatzitzin ihuan sihuatzitzin / Señoras y señores:
Amo timocuapolohua: Tlamatini Miguel León-Portilla mochihqui mexicah tlacatzintli ipan sempohuali ihuan se xihuicahuitl.
No cabe duda: el Tlamatini / Sabio Miguel León-Portilla fue el humanista mexicano del siglo XXI.
Yehuatzin quicatehqui xochitlahtoli tlatehtemolistli campa quiihtohua, in xochitl in cuicatl, melahuac cualtzin tlaixyeyecolis itechpan tonemilis, itechpan totlachialis.
Como resultado de su amplia investigación sobre la lengua y literatura náhuatl, nos dejó advertido que la “Flor y el canto, in xochitl in cuicatl, constituye otra forma de percibir la realidad”.
Su pensamiento se recoge en las obras: La visión de los vencidos, La Filosofía Náhuatl, Literaturas Indígenas de México, Tonantzin Guadalupe, La tinta negra y roja, por solo mencionar algunas.
Nochi tonati tequitic ipampa quinequiaya quiyequitas yancuic Mexihco totlalnantzin campa totlahtolhuan ihuan totlaiyocalis melahuac tech yolchicahuas nochtin tlen timexico ehuaneh.
Durante toda su vida imaginó y soñó con un México nuevo en el que nuestras lenguas y culturas primigenias, formarían parte de una nación incluyente, convencido de que la diversidad enriquece a la sociedad.
En mi opinión, esta es la gran tarea que nos dejó nuestro Sabio Miguel León-Portilla, antes de partir hacia el Tlalocan -lugar de la abundancia- convertido en colibrí, dada su condición de guerrero del conocimiento como lo fue en su larga trayectoria académica en la Universidad Nacional Autónoma de México.
Por eso, considero que si en verdad queremos rendirle un homenaje al Tlamatini León-Portilla, necesitamos empezar a transformar nuestro actual sistema educativo, que se caracteriza por ser homogéneo lingüística y culturalmente, desde que se creó la Secretaría de Educación Pública en 1921, cuyo primer Secretario fue José Vasconcelos.
Se necesita entonces, una transformación curricular que incluya el estudio, conocimiento y valoración de nuestras lenguas y culturas indígenas, como ejes transversales en todos los niveles de la educación de nuestro país.
Sólo de esta manera, nuestras lenguas ancestrales podrán ser conocidas, fortalecidas y apreciadas por toda la sociedad. Es tiempo de reconocer que durante cinco siglos, hemos cultivado el español hasta convertirlo en lengua común de todos los mexicanos y, en contraparte, hemos excluido las lenguas primigenias, en la conformación de nuestra nación moderna y contemporánea.
El reto que estoy planteando, no debe esperar más tiempo. En este año se inicia el Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas, proclamado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2019. En este escenario, México tiene la oportunidad histórica de consolidar los avances logrados en materia de educación intercultural bilingüe dentro de la Secretaría de Educación Pública y en espacios autogestivos comunitarios, como lo han reconocido diversas instituciones, entre ellas, la UNESCO.
Por otra parte, nuestro país cuenta también con el marco jurídico suficiente para diseñar estrategias y programas que promuevan el desarrollo y florecimiento de nuestras lenguas en los tres niveles de gobierno y de la sociedad civil, como parte de la política lingüística del Estado Mexicano.
Nihnequi nihtlamis notlahtoltzin, ica se achitzin xochicuicatl tlen nehuatl nimactilih notemachtihcatzin Miguel León-Portilla, ihuan nihpohqui queman quiselih huentli ipan Toltecacali tlen nochi Anahuac Tlatipactli itechpan octubre metztli tlen 2019 xihuitl.
Quiero concluir mis palabras con la lectura de dos fragmentos del poema que le escribí a mi maestro Miguel León-Portilla y leí en el homenaje de cuerpo presente que recibió en el Palacio Nacional de las Bellas Artes en octubre de 2019.
Nehuatl ni ahuehuetl
huehapatl Anahuac cuahuitl
itechpan notonal ixpetlani
yancuic cahuitl moixnextia.
Soy el ahuehuete
Árbol antiguo de Anahuac
mi espíritu resplandece
anuncia un tiempo nuevo.
Nehuatl ni Ahuehuetl
huehapatl Anahuac cuahuitl
inyoltipah mexicameh nihcahtehua
nochi noyolpaquilis: nochi nohuehca tlachialis.
Soy el ahuehuete
Árbol antiguo de Anahuac
en el corazón de los mexicanos dejo,
toda mi alegría: toda mi esperanza.
Natalio Hernández**
Ohtocani / Sembrador de caminos
*Texto leído en el homenaje luctuoso a Miguel León-Portilla, el día 23 de marzo del 2022 en el Colegio Nacional.
**Escritor náhuatl, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, Medalla al Mérito Universitario por la Universidad Veracruzana, Premio Nezahualcóyotl de Literatura Indígena y Premio Bartolomé de las Casas de España.